La historia de Verónica Azpeitia, directora de Universo Fraktal y titular del curso permanente de Ecoterapia, inicia con la superación de duras experiencias personales, sanadas gracias al contacto con la tierra, las plantas y el trabajo con la composta, que regeneraron su ser y cambiaron sus perspectivas.
Por la redacción.
Abrazar un árbol, caminar sobre el césped, acariciar un gatito, escuchar el ruido de las olas, el canto de las aves, jugar con tierra, trabajar la jardinería, son actividades con alto poder de sanación, basadas en la conexión con otro ser vivo, en una conexión de vibraciones emitidas desde el interior de las células de cada ser vivo, integrado por materia y energía.
El contacto con la naturaleza eleva nuestras vibraciones, fundamental para manifestar, concretar, avanzar y superar. Las experiencias a sanar provienen del dolor por las pérdidas y de los estados depresivos.
Una vez más Vive Con Sentido Verde, nos distinguimos por celebrar alianzas estratégicas de cooperación mutua y por ello damos la más cordial bienvenida a Verónica Azpeitia, quien nos comparte una experiencia de formación integral, a través del curso de Ecoterapia desde Universo Fraktal.
La ecoterapia está basada en la investigación científica. Nuestra colaboradora Verónica, cuenta con +7 años de experiencia, posicionándose como pionera en esta práctica en México.
El desarrollo de esta formación está disponible en línea:
https://universofraktal.hotmart.host/link-en-la-bio-f13dd6a7-6cd5-4559-92e7-1a0c757ac68b
De manera virtual el curso consta de 6 módulos o lecciones que abarcan la construcción personal de espacios restaurativos mentales, el uso de la permacultura como vehículo de sanación, la identificación y manejo adecuado de elementos estresores, finalizando con el diseño de espacios restaurativos físicos.
Todos estos componentes se acoplan a nuestra misión de resiliencia y adaptación a la crisis climática, objeto de mitigación desde nuestras filas en Vive Con Sentido Verde.
Entre los principales beneficios de la ecoterapia destaca obviamente la liberación del estrés, mitigando la actividad de la amígdala, encargada de segregar hormonas del estrés.
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